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06-12-2008 |
Alejandra Guzzo
Una herramienta para la base en el país de la cola de paja
“Las penas son de nosotros…”
Nuestro trabajo fue rodado mientras los hechos se sucedían, producto del azar y la necesidad, como muchos documentales de nuestra América Latina.
Convocados por un grupo de trabajadores del Frigorífico Las Piedras, cuidad próxima a Montevideo, quienes por vez primera encendían fuegos y bloqueaban las cinco entradas de su lugar de trabajo, bajo un calor intenso de diciembre acudimos a registrar su lucha con la idea de darles visibilidad y sobre todo solidaridad, dada la increíble soledad en la que se encontraban.
Así fue como el 30 de diciembre festejamos junto a ellos en una hermosa asamblea bajo sauces y paraísos el triunfo de la huelga general de los trabajadores de la Industria de la carne, la cual duró diez días y sumó a los veintinueve frigoríficos de todo el país.
Hacía 25 años que el sector más combativo y dónde se ubica la principal industria y fuente de acumulación de riqueza de nuestro país, no se movilizaba.
También junto a ellos, ya asumiendo que esta historia iba a extenderse mucho más de lo planificado, recibimos la noticia de los cerca de cien despidos que los esperaban, cuando el 2 de enero retomaran su lugar de trabajo .El dueño del frigorífico tomó esta medida como represalia por la actuación del nuevo sindicato en la huelga general, sumándose además a la fuerte campaña de criminalización de los medios de comunicación oficiales quienes calificaron de “piqueteros” como sinónimo de “subversivos” a los trabajadores. Por su parte el Ministro de trabajo se preocupó de explicarles personalmente en las reuniones que mantuvieron durante el conflicto que “el piquete nunca existió en nuestro país como medida de lucha”.
En la “Suiza de América” como se lo ha conocido internacionalmente a Uruguay desde principios del siglo XX por sus enormes avances en cuanto a legislaciones laborales y sociales, dónde el divorcio existe desde 1907 y por la sola voluntad de la mujer desde 1913 y dónde las mismas pueden votar desde 1927, los otrora militantes revolucionarios, ahora devenidos gobernantes progresistas, se atreven a lanzarle este tipo de reflexiones a jóvenes trabajadores cuya edad varía entre los 20 y 30 años.
También es el país de la cola de paja… como lo bautizara nítricamente Benedetti en 1960.
El conflicto por la reincorporación de los despedidos duró más de cuarenta días y terminó en un inicial festejo seguido de una inmensa desilusión , puesto que luego de días y días de enormes presiones recibidas, de ocultamiento de la información a cualquier medio que quisiera acercarse a cubrir el conflicto, del abandono casi total por parte de la central de trabajadores que debió estar junto a ellos desde un inicio y no solo al final, cuando llegaron para apagar incendios y ofrecer “lo máximo que podía conseguirse”, acabó en la firma de un convenio totalmente leonino, dónde se ocultó la verdad de los resultados que el mismo contenía para su futuro laboral a toda la Asamblea de trabajadores. Fuimos testigos directos de todo este proceso y fue por nuestra vinculación constante con los protagonistas que llegamos a estas conclusiones y las incorporamos en el documental.
La primera versión del mismo fue discutida en presencia de más de 300 operarios del frigorífico el 16 de marzo y allí propusimos hacer todos los cambios que consideraran oportunos. Su respuesta fue una ovación cerrada de aplausos a lo que habían visto que no dejaba dudas de cuánto nuestro película los representaba.
Pero los días pasan y comienzan a caer enormes presiones sobre ellos por la película, por parte del dueño del frigorífico, algunos integrantes de la dirigencia nacional de la Central Sindical y les comentan..hasta algunos sectores del gobierno,
máxime luego de haberla estrenado para todo el pueblo el 6 de abril en la única sala de cine existente. Nos hacemos responsables absolutos de nuestra obra desligándolos de toda responsabilidad y continuamos su camino de exhibición y estrenos en Montevideo, en el exterior y en todo el interior del país.
Así es como en junio de este año comienzan a caer sobre nosotros directamente los insultos y presiones, quienes para nuestra sorpresa tildan a nuestra película de pro-patronal y divisionista para el movimiento organizado de trabajadores.
No nos amedrentamos y con el invalorable apoyo y prestigio de nuestros amigos de la Cinemateca de Uruguay, decidimos ponerla en cartel por dos semanas, con tres funciones diarias. Generó mucha expectativa incluso en medio oficiales, puesto que junto al estreno planteamos un debate público y abierto para todo el movimiento sindical e invitamos a los integrantes del secretariado ejecutivo de la Central Sindical a participar y explicarnos públicamente dónde faltamos a la verdad en nuestro documental y por qué durante tanto tiempo ocultaron el convenio firmado , que finalmente pudimos conseguir e incorporamos al documental en un epílogo de 12 minutos realizado en julio del 2008.
Ese encuentro se celebró el pasado 1º de octubre. Estuvieron allí los representantes de todos los sindicatos clasistas de Uruguay, además de Movimientos sociales, organismo de DD.HH., estudiantes y jóvenes trabajadores de todas las ramas.
Hubo una silla vacía: la de los miembros de la Dirección Nacional del Pit-Cnt, quienes en su lugar enviaron un mensaje de rechazo a nuestra invitación y días después un repudio por escrito para con la película, según ellos votado por la mayoría del secretariado nacional con fecha 30 de septiembre de 2008. Olvidaron agregar en la comunicación formal que están persiguiendo a cualquier trabajador que reproduzca y reparta copias de “Las penas…” en su lugar de trabajo. Circulan por ciento copias de la misma desde hace tres meses y creemos humildemente que muy a pesar de las burocráticas dirigencias sindicales, las bases están ejerciendo su libertad y han incorporado la película como una herramienta de denuncia y lucha.
Un Eduardo Galeano bastante indignado por el rumbo del gobierno progresista, decía días atrás en un conocido programa televisivo: “Lo único que se construye desde arriba son los pozos”.
Inspirada en las palabras del querido escritor cierro esta nota con palabras que también le pertenecen : “Está visto que se puede prohibir el agua, pero nunca la sed…”
Alejandra Guzzo
Grupo de Cine Insurgente
8 de octubre de 2008
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